lunes, 13 de junio de 2011

Señores de godos

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Ponerte a escribir tu primera novela nunca es fácil. Pero para decidir que vas a escribir tu primera novela, que va a ser una novela histórica y que encima vas escribir sobre la hispana visigoda (un periodo histórico que no es que esté precisamente bien documentado) hace falta tener valor. Hay tanto ejemplo de mala novela histórica medieval o pseudo medieval que no me voy a molestar ni en citarlos, seguro que a todos se os ocurren al menos tres muy malas novelas de ese periodo. Lo difícil es dar con las buenas y no deja de ser paradójico que precisamente una época tan interesante, tan rica y que ofrece tantas buenas posibilidades para todo se desperdicie tanto. Aunque esto tiene explicación: suelen ser novelas mal documentadas en las que el autor acaba por hacer ciertas concesiones, normalmente innecesarias, a favor de la historia y que terminan convirtiéndose en pastiches difíciles de creer. Es mucho más raro, aunque también los hay, lo que son tan firmemente fieles a los datos que al final son casi ensayos históricos. Muy rigurosos, eso nadie lo niega, y también muy aburridos. Encontrar el equilibrio entre rigor histórico y entretenimiento es complicado.

Juan Antonio Caro Cals decidió que iba a escribir una novela histórica, situada en el reinado de Atanagildo (551-567). Periodo que a mí en la universidad me fascinó y también me hizo sudar tinta porque no es que sobren las fuentes documentales. Bueno yo siempre digo que la gente que se pone a estudiar ingeniería o arquitectura estan todos un poco locos y él es arquitecto así que... El caso es que se lió la manta a la cabeza, se pasó un par de años documentándose y luego se puso a escribir su primera novela. Con dos cojones. Conozco a poca gente capaz de hacer eso. “Señores de godos” está MUY bien documentada, tiene las concesiones justas y sobre todo engancha. Empecé a leerla una noche en la que estaba saturada de corregirme a mi misma. El plan era leerme solo las primeras páginas para ver como pintaba. Esa noche me acosté a las cuatro de la mañana. Me leí la primera parte del tirón porque sencillamente no podía parar. En una semana me la había terminado las casi quinientas paginas.

Me gusta como escribe, el lenguaje y la corrección de los diálogos te ponen en situación sin esfuerzo. Está llena de pequeños detalles que logran que te acerques a la narración y tiene algunos personajes a los que llegas a coger cariño ( y dos de ellos a los que terminas odiando profundamente, pero bueno, para eso están) además tiene buenas escenas de acción, muy épicas. Ya sabéis que a mi me gusta mucho una cuchillada en el momento oportuno.

Brándila de Ravena es un ostrogodo(casi dos ostrogodos)un pelín picto superviviente de la invasión de Italia por parte del ejército bizantino de Justiniano. Un tanto bruto a ratos y a ratos sorprendentemente divertido. Brándila es un tipo complejo y muy, muy humano que un poco por rencor, un poco por amor y otro poco porque no le tiene mucho cariño a la vida se acaba convirtiéndose en una pieza clave para frenar el avance de las tropas de Justiniano en Hispania. Pero “Señores de godos” no es solo su aventura. Otros personajes se verán arrastrados por su estela y gracias a sus andanzas pasearemos por una península en la que el recuerdo del imperio romano se desmorona. Una época se ha terminado y otra no acaba de cuajar.

4 comentarios:

Francisco de Paula dijo...

Vamos, en pocas palabras (dos): un novelón. :D

Nicasia dijo...

Tu lo has dicho

Alberto Zeal dijo...

Ya que la recomendación viene de una historiadora, me plantearé su lectura en un futuro. En verdad recelo bastante de las novelas históricas por los motivos que has expuesto, pero, si de veras el autor ha alcanzado ese complicado equilibrio entre entretenimiento y rigor, es posible que le dé una oportunidad ^_^

Er-Murazor dijo...

Tomo nota. Tengo el género histórico muy abandonado, pero con las referencias que das seguro que me gusta.