miércoles, 9 de junio de 2010

La gran evasión

“Yo no soy escritor…un escritor es alguien que tiene que escribir. La única razón por la que escribo es porque no tengo otra manera de justificar todas las cosas que no hice”
Hace unos días encontré esta cita de Theodore Sturgeon, imprescindible escritor americano de fantasía y ciencia ficción, autor de cuentos tan complejos y famosos como “Más que humanos” o la preciosa antología de cuentos “La fuente del unicornio”. Sturgeon es uno de esos genios del género fantástico que pasan muy desapercibidos para la mayoría de lectores pero que todos los que amamos la literatura fantástica hemos oído nombrar alguna vez, aunque solo sea por su labor como guionista en Star Trek. La frase estaba en un libro recopilatorio de historias de vampiros, tan de moda gracias (o por culpa según algunos) al fenómeno mediático de Crepúsculo. La leí en el tren volviendo a mi casa, y la releí un par de veces con la típica sorpresa de quien encuentra sus pensamientos perfectamente expresados en palabras de otra persona.
Tuve un pequeño momento de felicidad, la felicidad tonta y simple de encontrar a alguien que piensa igual que tu, que tal vez podría llegar a comprenderte si te conociese.

Recuerdo muy bien cuando leí por primera vez “El hobbit”, tendría unos trece años, lo devoré con un ansia que nunca he vuelto a sentir. Me recuerdo leyendo en la piscina, mientras los otros niños (no digo amigos porque amigos no tenía) se bañaban y me recuerdo en la cama imaginándome a mi en la oscuridad de la cueva, enfrentándome en un salvaje duelo de ingenio al mismísimo Smaug. Poco después me enfrenté por primera vez al duelo de una página en blanco y empecé a escribir…hasta hoy. Tenía muy claro que quería: aventuras. Quería un mundo a mi medida y quería ser una intrépida protagonista porque para ser una cría feucha, solitaria y cegata ya estaba el presente. Quería “vivir otras vidas, probarme otros nombres, colarme en el traje y la piel de todos los hombres que nunca seré”
Desde entonces no he dejado leer todos los géneros casi sin discriminar, aunque mis preferencias siempre estuvieron con el género fantástico, el terror y la ciencia ficción. Con lo poco cotidiano. Al principio pensaba que era por evadirme, porque la verdad, motivos para la evasión había de sobra. Pero he crecido, que no madurado, y ya hace mucho tiempo que soy feliz, que estoy satisfecha con la vida y aquí sigo, leyendo cosas imposibles. Porque quiero estar donde nunca estaré, hacer lo imposible.
No desprecio ninguna lectura, de hecho siempre leo lo que me va apeteciendo, pero sinceramente hay ciertos tipos de realismo que me dejan fría porque para lo habitual, para las discusiones nimias con mi pareja o los incidentes de trabajo no necesito invertir demasiada imaginación.

Últimamente he escuchado muchas cosas sobre la literatura fantástica, que es un género fácil, que desde Tolkien está agotada, que es literatura menor (cuando no pobre), que solo se lee a cierta edad…Está claro que la gente que esgrime estos argumentos habla desde el desconocimiento. La ignorancia es muy atrevida; nadie que haya a leído a R.R Martin, a Michael Ende a Tad Williams, a Philip K Dirk, a Howard, a Theodore a Sturgeon, a Robert Bloch, a Asimov, a Tim Powers, a Neil Gaiman, a Terry Prachett, a Andrezj Sapkowski, a Alan Moore, a Mike Carey, a Ana María Matute, a Carmen Martín Gaite, o a Gianni Rodari (autores todos ellos posteriores a Tolkien y vivos en su mayoría) diría que sus temáticas están agotadas y desde luego, si dicen que lo que escriben es “fácil” porque cualquier cosa en una novela fantástica puede arreglarse sacándose un truco mágico de la manga, es que esta gente se ha quedado en Harry Potter y pare usted de contar. Claro que la magia abre posibilidades que Raymond Curver no tiene, pero malas novelas hay en todas las ramas de la literatura. Si quieres hacer una mala novela basta con abusar del recurso fácil sea cual sea, no es algo exclusivo de la literatura fantástica, solo mas recurrente. La dificultad está en encontrar la justa medida, como en todas las cosas de la vida. En cuanto a lo del género menor porque está dirigido a un público infantil o adolescente…en fin, yo no le daría a un crío de doce años “Muerte de la luz” o “Neverwhere”. Pero tampoco se los daría a un adulto que no es capaz de dejarse llevar por ese estremecimiento que sientes cuando la imaginación da otra vuelta de tuerca y te lleva a lugares donde nadie mas que tú estarás.

Y de todos modos escribir, lo que sea, nunca es fácil y si de verdad alguien lo piensa, que coja un folio y lo intente.

10 comentarios:

Duncan dijo...

Si fueras santa te daría más razón que a tí misma.
Más allá de estilos, lo que más cuesta a la hora de escribir (y a veces leer) un texto es conseguir que afecte en algo la visión del mundo de una persona. Ya sea "El Hobbit", "Neverwhere" o "Lonely Londoners".
Sigue al tajo, que mientras se disfrute de lo que escribas, habrá valido la pena. ¿Qué haríamos nosotros sin nuestros otros mundos?
(A mi, lo que has contado de "El Hobbit" me pasó con "La Historia Inteminable" de Ende :_)

Sir Eduard Goldwing dijo...

Si... soy culpable.. me gusta la ciencia ficción y la fantástica, para adolescentes introvertidos que tienden a evadirse de la vida real y para escritores van a lo fácil. Y la novela histórica,que según dicen es una invención sobre todo para público femenino y para escritores que se lo trabajan poco porque ya lo tienen todo hecho...

Pero que queréis que os diga... ya tengo sobredosis de realidad todos los días. Con tanta política, crisis, guerras y desgracias en el mundo. Embarrándome todos los días con con todo lo malo (en pocas ocasiones lo bueno) de la sociedad.

Que solo, como ahora, cuando llegó a casa y me pongo a leer a terry pratchett (gracias lilith me está encantando) o leo las aventuras de dujal y nicasia, me sacan una sonrisa y vuelvo a la realidad, a la mía, y vuelvo a ser un poco mas humano.

Oh...mierda.. ves lo que pasa!!, yo que tengo que ser el que pone el comentario chorra y banal del blog, voy ahora y me pongo moña.. jo..

Sonia dijo...

Otra que se identifica con lo que has dicho. Sobre todo con eso de que para leer sobre la realidad, ya tenemos la realidad misma. Esa máxima me la aplico también al cine y a un gran número de formas de evasión, y hacen que eluda muchos géneros literarios, y sobre todo, el drama. Porque mira, oye, que digan lo que quieran de mí, pero para ser infeliz, ya tengo con el telediario. A mi me gustan los finales felices, que no tienen porque ser salvar al mundo y quedarse a la chica, pero si al menos no morir en el intento. Y como decía Mecano, lo que digan los demás, está de más.

Tu sigue escribiendo lo que te gusta. Porque si escribes algo que no te guste, se notará en el resultado y entonces tampoco nos gustará a los que lo leemos, que somos quienes lo juzgamos y quienes lo vamos a seguir leyendo, ya sea aquí, ya sea dándote pingües beneficios (voto por esto último).

Hala, he dicho. Palabra de confirmación, profych, que no suena mal dentro del contexto XD

Findûriel dijo...

A quien diga que la literatura fantástica es para niños, contéstale lo que contestó Tolkien en sus cartas: ¿qué clase de niños? Porque si se refiere a niños maduros y bien educados sí, podría decirse que es para niños :P

Leticia Morgado Rodríguez dijo...

A mi también me marcó Michael Ende con la Historia interminable (la pelicula era ...bufff dejemoslo asi XD)Y siempre me encanta leer,puede q sea una inculta en ciertos aspectos,porke escribir no sé , y puede que tampoco haya leído todos los clásicos, esos libros q si no te lees eres un criminal XD pero de todos modos me apasiona y puedo pasar horas y horas tumbada en la cama leyendo , y disfrutando,evadiendome...del mundo real, viviendo otra vida llena de fantasía.Tambien debo decir q me siento identificada en algo contigo concha,y esq yo necesito ilustrar ,hacer comic,jugar al rol...y vivir en ese mundo dónde yo soy la dueña y decido cómo será mi final feliz, y me meto bajo la piel d mis personajes y ...siento lo q ellos sienten..y viven,me emociono cuando les pasa algo terrible o algo precioso...Enfin,que son los hijos de mi creacion y siempre estarán ahí junto a mí,porque los necesito y ellos me necesitan a mi.
jajjajaja buahhh te he dejado un testamento ,es mas largo q un rollo de papel higienico jajajja XD espero q te guste^^
besos!

Isa dijo...

No sólo estoy de acuerdo contigo, también coincido con Sonia. Yo quiero leer cosas que no me topo en la vida real. Y totalmente de acuerdo en que a mí la tragedia, en ficción, no me aporta nada. Vamos a ver, no es que cierre los ojos al sufrimiento. Pero es que para ver tragedias, veo documentales, me informo, y ya sé cómo mejorar mi mundo. Pero no voy a pagar nada a nadie por ver en una película cosas que veo en la calle. He vivido toda la vida al lado de un prostíbulo y he tenido que hacer prácticas en las Tres Mil viviendas, no pienso ir al cine a ver historias trágicas de prostitutas ni yonkis, básicamente porque no me da la gana. Yo quiero ayudar a los pobres del mundo y tal: ahora, en la ficción quiero diversión y escape. Quiero que mis protagonistas las pasen, no te voy a decir que putas, pero sí quiero que se curren su final feliz. Que se lo ganen. Que tengan que ser más listos que un enemigo listo. Pero que ganen "los buenos". Y si no ganan, que dejen plantada la semilla de la libertad o lo que sea.
Me hacen muchísima gracia los que dicen crear cine o literatura solidaria, cuando les mandas a la mierda, te dicen que "cierras los ojos a una realidad social". No, imbécil. Yo tengo muy clara la jodida realidad social, e investigo las ONGs a las que dono antes que nada. Hago lo que puedo por mejorar el mundo, por informar, por encontrar tiendas de comercio justo, por comprar brazaletes de lapislászuli a mujeres afganas... Quiero ayudar a cambiar la realidad. Pero no ayudar a hacerse rico a un listo que me cuenta las tristezas de la vida: yo eso lo veo en las noticias y documentales, y trato de cambiarlo. Pero cuando me divierto, en la ficción, quiero cosas divertidas, interesantes, que no haya visto jamás.

Quiero ciencia para cambiar la realidad en la medida de lo posible. Paciencia para aguantar lo que no es soportable. Y arte para que me lleve a otra realidad y otros mundos. Para cosas realistas, ya tengo la realidad.

Lyris dijo...

Otra que se siente identificada. Recuerdo que en bachillerato hicimos una especie de mesa redonda con al lectura como tema.
Cuando me tocó hablar a mí, mencioné que me encantaba la literatura fantástica, que me fascinaba el viajar a otros mundos, conocer otras criaturas y volar sin alas desde mi cuarto.

Estaba yo ahí tan ilusionada dejjjnudando mi corazoncito cuando tuvo que soltar la chonarra listilla de clase: que si no tenía gusto, que si la literatura realista era lo masss, que si patatí, que si patatá...
Y daba lo mismo lo que intentara explicarle que no se bajaba del burro.
Al final me quemó tanto que le acabé diciendo que si a ella le ponían burraca las historias "reales" que salían en el "Nuevo Vale" sobre adolescentes zorronas que perdían la virginidad en fiestorras me parecía cojonudo, pero que hiciera el favor de respetar mi punto de vista también. Yo estoy dispuesta siempre a un agradable interludio de intercambio de opiniones, pero respetando y haciéndose respetar.

En fin, y todo este rollaco para decir que estoy totalmente de acuerdo. No me pidas más coherencia porque tengo las neuronas fritas y no doy más.
Ah, y mi primer contacto con lo fantasioso fue el ponche mágico, seguido poco tiempo después por la Historia Interminable y el Señor de los anillos. Era un cuadro ver a una mico de 9 años y escaso metro de altura cargando el peazo tocho por toda la casa. Ais, qué recuerdos...

Augusto dijo...

Me apunto! Mis cómics, mis libros de mitología, mis lápices, mis sketches de cierta historia que estoy dibujando y escribiendo...

... y mi bolsa de dados que tengo aquí en París.

Nicasia dijo...

No sabéis lo feliz que me hace ver que hay otra gente que piensa igual que yo. En ese aspecto el master ha sido muy duro porque llegaba un momento en el que no sabías si tenia que hablar o dejarlo estar.
El caso es que ya ha acabado y bueno ahora estoy mas relajada. Estad atentos porque hoy mismo se actualiza

Syney dijo...

Totalmente de acuerdo!
La gente es muy rápica a la hora de criticar algo desde el desconocimiento y todo es siempre "muy facil" cuando lo hacen los demás.

A mí también me pasa como a Kurai, que mis personajes y mis historias (aunque yo dibujo, no escribo, ya quisiera escribir tan bien como tú) son una parte muy importante de mi vida, me ayudan a evadirme de la realidad aunque sea por un rato.

Y no creo que la literatura fantástica sea peor que otro tipo de literatura. Le pasa un poco como a la ilustración, que siempre es considerada un tipo de arte "menor".